Desde abajo vine solo, sin padre y sin dirección, la vida me dio unos guantes pa' pelear con el dolor, fui boxeador en la esquina, soñando con un cinturón, pero el golpe más pesado me lo dio el desamor. Mil oficios, mil caminos, buscando sobrevivir, en la calle aprendí todo lo que no aprendí de mí, la familia se fue lejos, me dejaron por ahí, y en el alma un agujero que no ha querido salir. Soy El Hunter, así me dicen, porque no dejo de pelear, aunque el mundo me dé en contra, yo me vuelvo a levantar, perdí todo por un despecho, y aún me vuelvo a enamorar, porque el alma no se rinde, aunque duela recordar. Ahora entreno cada día, entre el hierro y el sudor, soy culturista en el gym, levantando mi dolor, la rutina me da fuerza, disciplina y corazón, ya cambié los guantes viejos por pura superación. Y esa novia que hoy recuerdo, fue mi última ilusión, se marchó sin decir nada, y me dejó la canción, yo la amo todavía, aunque ya no hay redención, porque el amor no se entierra, ni con la decepción. Soy El Hunter, el de historia dura y puños de león, la vida me ha tumbado, pero nunca el corazón, aunque todos me abandonen, sigo firme en mi misión, porque un hombre sin familia, también tiene su valor. Y si un día me ven cantando, con mirada de dolor, no es tristeza ni derrota... es respeto al que soy yo, soy El Hunter, y en mi sombra llevo fuego y compasión, de un boxeador que en la vida... nunca bajó el telón.